jueves, 29 de marzo de 2012

¿A dónde nos está llevando la reforma laboral del PP?

Esta es la pregunta que el 95 por ciento de la población se estará preguntando. ¿Esta reforma laboral que está llevando a cabo el PP, nos lleva a buen puerto? La inmensa mayoría piensa que no, de forma rotunda, pero el Gobierno piensa que si. Una cosa es que el Gobierno diga y otra bien distinta, que es lo que realmente importa, lo que diga el pueblo y los sindicatos.

Parece ser que la reforma, se ha hecho, sin dialogar con los sindicatos, (según ellos), o sea, que Rajoy ha hecho, con eso de que tiene la mayoría más que absoluta, para hacer y deshacer a su antojo, una reforma que no tiene ni pies ni cabeza, que favorece al empresario más que al trabajador, que abarata el despido aún más, disponibilidad geográfica, (o eso o eso, de lo contrario, despedido), las bajas por enfermedad, aunque sea justificada, también son motivo de despido, (y digo yo: ¿Trabajará un enfermo de cáncer que reciba quimioterapia? ¿Veremos como el pobre hombre o la pobre mujer, vomite o se le caiga el pelo o tenga cambios de humor con la quimio, delante de operarios y jefes?), al tiempo que el empresario tiene luz verde para cambiar el turno y hacer las horas que considere oportunos, (el cual, me recuerda a los tiempos de Kunta Kinte, que queréis que os diga) y otros derechos, que más de un trabajador honrado, ha visto como escandaloso. La subida del IRPF que se ha reflejado en las nóminas de febrero, con una bajada de sueldos bestial, en algunos casos, las jubilaciones que se verán también tocadas, las empresas que se podrán saltar a la torera los ERE's y los convenios colectivos, haciendo que los trabajadores que esperan la prejubilación o la jubilación y que llevan años en las empresas, trabajen hasta  la edad que les convenga a los empresarios sin importarles la edad, si es 60, 62 o 67. ¿Qué queréis que diga? Me parece injusto.

Si esta reforma laboral, se hubiese hecho de forma que, hubiera permitido flexibilidad en todos los sentidos y hubiese servido para crear empleo, en lugar de destruirlo, que parece que se haga hincapié en este punto, no habría habido ni manis, ni huelgas ni nada. Pero, en vista de que el Gobierno del PP, no quiere bajarse del burro tampoco, vaticino, un año movidito y calentito en todos los sentidos, ya que recordemos que el PP, cuando estaba en la oposición, cacareaba a Zapatero, que su reforma (el del PSOE), no servía para nada. (Con esta actual del PP, menos todavía), que bajaría los impuestos y los ha subido, que bajaría el IVA y el IRPF y los ha subido de forma escandalosa, que destruiría leyes que han aplicado los socialistas, y así, suma y sigue, suma y sigue, suma y sigue...

Ahora hay que hablar de los sindicatos. Hay quien dice que los sindicatos solo se movilizan cuando les interesa, que la base de la huelga, en parte, es que el Gobierno, les cerrará el grifo y dejarán de cobrar de ellos y por eso, van a favor de los trabajadores, porque ven que el "chollo" se les acaba. Yo soy de la opinión, que tantos los partidos, como los sindicatos, van por intereses propios y paralelos, y aquí no hay nadie que se salve. Ahora, pido a los sindicatos, que vayan a favor del trabajador, ya que se sentirá más y más desprotegido en esta reforma, que trabajen, y digo trabajar de trabajar, que no estén paseándose como si fuera las Ramblas, y hagan asambleas cuando toque hacerlas... que el trabajador vea que sirve de algo lo que están haciendo. Solo así, conseguiremos hacer presión, para que el Gobierno actual, se debilite y tenga que ceder y dialogar con los sindicatos, para que esta reforma no sea tan traumática, como lo está siendo.

Os pongo un enlace en el que explica la ley de la Reforma Laboral.

http://file01.lavanguardia.com/2012/02/11/54253047794-url.pdf

Ya me diréis que os parece. Dejo el hilo abierto para que opinéis.


sábado, 17 de marzo de 2012

Tal como éramos. (IX) El run-run del motor...

¿De qué motor? De un coche, de un autobús, del metro... Todos los que seguis más o menos este blog, sabeis que intento plasmar todos los recuerdos que me vienen a la mente, sobretodo, si son recuerdos que he vivido de pequeño y que en este nuevo post, intentaré compartir con todos vosotros.

Viendo fotografías de hace unos años por Internet, me han venido a la mente, momentos que he tenido ocasión de vivir. En cuanto al transporte de hace unos años. Del taxi de mi padre, hasta los viajes en metro en el que iba al centro de Barcelona, en el que me quedaba maravillado por aquellos diseños en las estaciones, los viajes en tranvía y los autobuses.


Este puente, forma parte de mi vida, por decirlo de algún modo. No recuerdo cuantos años tenía, pero por primera vez, lo pasé creo que si no tenía cinco años, poco faltaba... Por si alguien no lo sabe, este puente, en principio, se llamaba Pont del Jordà, después conocido como el Puente de la Torrassa o el Pont de la Torrassa, en catalán. Ese puente, desemboca en la estación de metro de Santa Eulália, que ha sufrido una gran transformación. Prometo, que en un futuro, haré una foto de la estación, como es ahora.

En los tiempos en que ser niño, equivalía a no preocuparse por nada, a comer pan con Nocilla, ver los dibujos de los Picapiedra por la tarde, jugar a la charranca, estudiar y no estudiar, estaban los viajes en autobús y en metro, las escapadas al centro, con unas estaciones, que más bien parecían tétricas por su poca iluminación, pero que tenían su encanto especial y particular, en el que predominaba la publicidad con marcas meramente catalanas, como Cacaolat o Letona y sobretodo... sobretodo... ese olor que desprendían las estaciones, cuando bajabas bajo tierra y se adherían a la ropa.

Ese motor, viejo, de tanto trote que se le daba, que cuando entraba en el túnel, era espantoso oirlo, te tenías que tapar los oidos, esas bocas, que viendo las fotos, eran parte de aquella Barcelona cincuentera, esos tranvías que iban por la zona del Parque de la Ciudadela, por la Plaza España, o por la Plaza Cataluña, esos autobuses, que a veces, olian a rancio, sin apenas ventilación, esas horas punta que tenías que soportar, entre apretujones y empujones, que siendo niños, se sufrían mucho más y algún que otro salido, con ganas de tocar y meter mano al que tenía enfrente o al lado, por no hablar de los carteristas...

A veces, cuando estoy tumbado en la cama, me vienen a la mente, como si tal cosa, esas representaciones de estaciones de metro en el que yo iba de pequeño, de forma nítida, como si lo presenciara, como si volviera a los años 60 y 70, donde yo viví esa época y me quedaba maravillado de todas esas paradas repletas de publicidad hasta la saciedad y la curiosidad que me creaba ver todo aquello...