El 27 de Abril, hizo cuatro años que te fuiste para siempre de nuestro lado. Cuatro años, que para mí, han sido eternos y a veces, tristes. Sin tí, el mundo, ya rueda de otra manera, camino sin rumbo y sin saber donde voy. Me has dejado solo, pero lo entiendo, porque a ti, te llegó la hora, como cualquier otra persona y ya te has ido a otro mundo donde no existe la pena ni el dolor, solo la paz, la alegría y la dicha... pero en la tierra, nos has dejado pesadumbre, lágrimas y tristeza... ¿Por qué la muerte tiene que ser tan desgarrador y tan dolorosa?
Mamá, intento en todo lo posible, sobrellevar tu pérdida lo más positivamente posible, no dejando que tu ausencia me atormente, pero a veces, es imposible. Me desespero, mamá, me entra un enfado de tal forma que me pregunto una y otra vez, el por qué estoy así... no debería estar triste, debería estar con ilusiones, con proyectos de llevar una vida mejor lejos de donde estoy... Pero no puedo, y te digo por qué.
Mamá, desde que te fuiste, las cosas han ido mal emocionalmente, si es verdad que desde allá arriba lo ves todo, sabrás a lo que me refiero. No tengo ilusiones, porque sufro mucho cuando estoy en casa y fuera de ella, me están haciendo la vida imposible, un grupo de gente, un grupo de chavales que carecen de motivación y que cuando se juntan, se hacen los fuertes, frente a los más débiles. Ahora, han ocupado un piso arriba donde estoy, yo se que no tengo escapatoria, que cada día que pasa, esto irá a peor, porque me harán la vida imposible cada vez más. Mamá, hay veces que estoy asustado y tengo miedo, porque se puede sentirlo, en una situación triste y desesperada como esta.
Desde que te has ido, pienso mucho en ti, en como estás, si en "la otra vida" estás mejor o peor, si es verdad que existe un mundo diferente a este, si tú estás viendo las cosas que yo veo aquí, si sufres o no sufres lo que estamos pasando todos, si deseas que nuestra vida vaya a mejor... no sé mamá... hay tantas cosas que yo estoy pasando...
Si es cierto que en otro mundo, hay paz, sosiego y tranquilidad, te prometo mamá que sin pensarlo, me iría contigo y con todos los seres que han desaparecido, porque les ha llegado su hora. Te lo puedo asegurar. Ya nada tengo que hacer en esta vida... ya espero tristeza, pena y desolación. No estoy a gusto conmigo mismo, ni estoy a gusto en donde yo estoy. Debería salir de aquí, pero te repito que no puedo, porque no tengo apoyo que me induzca a hacerlo. Solo debería de llorar, de apenarme, de deprimirme, de eso si que tengo muchas ganas... Pero como se muy bien, que tengo que tragarme todo lo que estoy pasando, hay una única salida: Que el tiempo me mate y que podamos estar los dos...
Mamá: muy pocas veces te he dicho que te quiero mucho, tu me lo has demostrado infinidad de veces en cambio... te echo de menos y no sabes cuanto te añoro. Quiero tu fuerza para poder continuar en esta vida.
Porque, sin ti, ya no soy nada de nada...
Adiós, mamá... cuídate mucho... te mando un beso que lo mando al infinito...
P.
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