domingo, 11 de septiembre de 2011

Me ha caído un año más...

46 años... Un año más, como dice el dicho: "Cuanto más viejo, más pellejo", debe de ser verdad, ya que cada vez, tengo unas pocas arrugas... tendré que ponerme crema Margaret Astor para disimularlo y tener en lugar de 46, 18 años. La verdad es que no me pesa para nada cumplir años, creo que es sano tener los años que tienes y, en mi caso, aparentar menos de los que tengo. Cuando tenga 60, habré bebido el agua de la eterna juventud, para tener el cutis muy cincelado y cuidado.... ;).
Aquel 11 de Septiembre de 1965, a las 00.30 horas de la noche, nacido en un hospital de L'Hospitalet en el límite de tres distritos. Pubilla Cases, La Florida y Can Serra. Vine al mundo un poco antes de tiempo, porque quería salir antes, por chulo, por decir: "Quiero ver como es el mundoooooooo". Pero el mundo, a medida que vas creciendo, te vas dando cuenta de que es cada vez más complejo y complicado, por las guerras, por las catástrofes y por la hipocresía y la mala hostia de algunas personas que te llevan a desengañarte de todo, en general, no estás contento con nada. Si yo fuera Mafalda, me preguntaba muchas cosas sobre este mundo, como ella decía, quería cambiar este mundo para que los niños pudiesen vivir en él.

Me pongo a analizar cosas de mi vida y llego a la conclusión que he vivido más lo malo que lo bueno, lo bueno no he sabido aprovecharlo, que tengo pocos amigos, porque siempre he sido una persona encerrada en mi misma, (y aún sigo siéndolo, aunque no lo parezca...). Aún tengo, con según quiénes, mis reservas a la hora de relacionarme. Era algo inevitable, en el fondo.

Doy las gracias a todos los que me han felicitado, especialmente a la gente de Seat, sois cojonudos, los que me habéis felicitado el viernes personalmente, como hoy a través de Facebook, a ver si el año que viene repito y os invito a todos a una merienda para que podáis comer churros y porras con chocolate. Es un gusto tremendo tener a todos vosotros como parte de mi vida y poder compartir cosas con vosotros, aunque soy consciente de que a Seat se viene a trabajar y no a hablar o a reír, que, por suerte o por desgracia, vengo aparte de para trabajar a intentar reír y hablar con los demás. Que sepáis que esto lo necesito, para sobrellevar la mañana, al igual que a la tarde... en el Mediterrani, también necesito el contacto con la gente. Si, las personas buenas son los que realmente necesito, casi como el aire que respiro. A las personas malas, como la gentuza que sin hacerles nada a ellos, intentan hacerte la vida imposible, (sabéis a lo que me refiero), hay que cerrarles la puerta para que no entren más... Que sepáis que quiero hacer un cambio a medio plazo.

Cuando era pequeño, todo lo veía maravilloso, como algo novedoso que se me ponía ante mis ojos, recuerdo aquellos coches 600, los Citroën de dos caballos, los tranvías por el que nos desplazábamos por Barcelona, cuyos letreritos ponían algo así como: "Philips, mejores no hay..." "Soberano es cosa de hombres" o "Anís del Mono", el metro que en los 60 era de otro diseño (teníamos que coger un autobús en donde residíamos y ahora aún resido, esperemos por poquito tiempo, que nos llevaba hasta el metro de Santa Eulàlia para ir al centro de Barcelona) y el cual disfrutaba viendo sus vallas publicitarias y sin creer que íbamos bajo tierra...
Aquellas series de dibujos como "Los Picapiedra" o "La Hormiga Atómica", que disfrutaba mientras volvía del cole y comía pan con chocolate, aquellos tiempos en que iba a párvulos y disfrutaba como lo que era: un niño, sin preocuparme de nada. Solo de jugar y estar con los compañeros... Y estar en la playa escuchando "Un rayo de sol", "Eva María" o "La fiesta de Blas" con mis padres y hermanos.

Todo esto, ya no volverá. Nos estamos haciendo cada vez mayores, y algún día, nos llegará, como a todos, el final. Por eso, creo que tendremos que tirar adelante, pase lo que nos pase, comunicándonos con la gente, intentando abrirnos a los demás aunque nos cueste o aunque nos rechacen, tenemos que pensar que si hay algún rechazo, no pasa nada. Es porque la otra persona es una tonta del culo que prefiere vivir bajo el aislamiento o la soledad. Todos necesitamos a  alguien y necesitamos que nos apoyen y nos den el hombro para llorar en un momento dado. Repito: todos. Yo, que siempre he sido una persona que ha buscado siempre el apoyo de la gente, pero no lo ha encontrado, solo ha encontrado desaires, burlas y amenazas por parte de unos niñatos que tendrían que haberse quedado en los cojones de sus padres y no haberse creado durante nueve meses en las matrices de sus madres... Pero yo, por desgracia, no puedo cambiar absolutamente nada... mi vida ha sido así, pues resignación, no he podido hacer la vida de otra forma, no he podido casarme ni tener hijos, ni creo que ya llegue a esto, como decía Cecilia en una canción "Me quedaré soltera, aunque yo no quiera", pues así va a ser... "Me quedaré soltero, hasta el día que me muera..."

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